lunes, 20 de julio de 2009

LOS VICTORINOS EN LA PLAZA DE TOROS DE MORALEJA

El pasado día 11 de julio he estado por primera vez en la actual plaza de toros de Moraleja, esa que nos ha costado a sus habitantes casi 25 millones de antiguas pesetas.
Fui porque soy aficionado a los toros, y desde luego era un acontecimiento que se lidiara en nuestro pueblo una novillada de Victorino Martín, el ganadero más prestigioso del mundo. También porque sentía curiosidad por ver cómo se lidiaban los toros en esta nueva plaza portátil de nuestra localidad, de lo que uno no ve no puede opinar.

La plaza es pequeña, no puede ser de otra manera por el emplazamiento que tiene, dispone solo de un callejón, en la zona de los toriles, las otras tres partes del cuadrado, pues no puede ser redonda, tienen a los espectadores justo encima de las tablas y los burladeros. Me llama también la atención que los toriles y la presidencia están en la misma zona. Cualquier aficionado sabe que en todas las plazas estas dos zonas se encuentran una enfrente de la otra, el toro sale por el sol y la presidencia está a la sombra, y es aquí donde se pican los toros y se les suele hacer la faena no porque esté a la sombra como pensara alguno o alguna, si no porque la querencia del toro es volver por donde ha venido o defenderse en la zona de toriles, por ello se pican y se torean hacía la zona de presidencia, a contra querencia.

Pero lo que más me ha llamado la atención es lo peligrosa que es esta plaza de toros. Peligrosa para los toreros y sobre todo para los banderilleros y picadores, pues es imposible poner el toro en suerte por sus escasas dimensiones, además los banderilleros solo pueden escapar al callejón en la zona de presidencia, pues es la única que tiene callejón como ya expliqué, cuando hay que salir por otra zona tienen que refugiarse en un burladero, donde es más difícil meterse y además se pueden encontrar con algún espectador bastante bebido que salga de la jaula que hay en los laterales como así ocurrió.
Peligrosa para el público, porque estamos tan encima de la faena que nos podemos comer la pulla del picador, me explico con un ejemplo. Durante la lidia de uno de los novillos cuando lo estaban picando el animal empuja y lleva a caballo y caballero hasta las tablas donde yo estaba situado, como no hay callejón cuando el picador tira de la vara hacía atrás para picar al novillo casi se come el palo una señora que estaba en la primera fila.
Peligrosa para la población en general, pues cada vez que hay que picar un toro existe la posibilidad de que se escape a la calle, pues hay que abrir la puerta grande para que entre el caballo y el picador. Esto sucede en muchas portátiles, pero al ser más grandes es más difícil que al toro le de tiempo de llegar a esa zona si lo han citado a la contraria.
Muy peligrosa debe ser para los caballos y jinetes del bello arte del rejoneo, pues si apenas se puede banderillear cabalgar por esta plaza debe ser misión imposible.

La conclusión es sencilla, en esta plaza se podrá hacer el final del encierro o no, las vaquillas y el toro del aguardiente o no, esto es opinable, lo que no admite duda es que en esta plaza ni se puede torear ni rejonear, no es apta para estos espectáculos taurinos.

En cuanto a la novillada de Victorino decir que estuvo bien, que había dos novillos, sobre todo el negro tercero, bastante pequeños, pero había dos o tres que eran buenos mozos, y el sexto de la tarde se llevo una merecida vuelta al ruedo, pues fue en mi opinión el mejor para el novillero ya que solo quería muleta y embestía muy humillado. Se fue con las orejas puestas, seguramente el mejicano Angelino de Arriaga que lo lidió no durmió esa noche.
He dicho que Victorino Martín tiene fama de ser el ganadero más prestigioso del mundo, también tiene fama de ser el más listo y de ser el que más caros vende los toros del mundo. ¿Nos dirá alguna vez nuestra alcaldesa de 3500 euros al mes cuanto ha costado este capricho? ¿30 mil, 50 mil euros? No quiero ser aguafiestas, a mí me ha gustado que se lidien novillos de Victorino en mi pueblo, pero también me gustaría tener un Ferrari y no puedo pagarlo.

Ay doña Concha, qué aires de grandeza con el dinero ajeno.

sábado, 11 de julio de 2009

LA ALCALDESA QUE NO QUIERE VERSE EN LA TELE DE OTROS

No le bastan tres sentencias en contra que estiman lo que “los otros” consideran que hizo mal: negar el derecho a la participación política de los legítimos representantes del pueblo a través del que les asiste a ser informados de los asuntos públicos; a tener los documentos que soliciten en el ayuntamiento de todos, a una parte importante de los cuales representan. No le es suficiente con que un tribunal reconozca que no había motivos para la “urgencia” de un pleno, convocado solo para dos de la oposición, una hora antes y por teléfono (también podría haberlo hecho por mensajería móvil). Le da lo mismo cambiar las actas, o no recoger en ellas todo lo que dijeren los representantes del pueblo en el pleno. La alcaldesa de Moraleja pasa de todo, incluidas las nuevas tecnologías, que pueden trasladar a los ciudadanos lo que hace tiempo era solo atributo del escribano, ayer de los secretarios, pero hoy de la foto, del audio y del video.

La alcaldesa de Moraleja niega con ello la libertad de expresión y de información y hurta a sus vecinos lo que en otros medios ella misma ejerce libremente, pero no con argumentos políticos, sino con la descalificación y el insulto permanente hacia los demás, como si ella fuere la única voz autorizada por su pueblo, la única con derecho a discrepar y la única con derecho a comunicar lo que hoy no se puede ocultar.

Niega la alcaldesa de Moraleja la mayor para erigirse a sí misma en la menor servidora de su pueblo. Reniega de la libertad de información si ésta no es para sí sola, como si su voluntad dominante la ejerciere con la censura de quien no desea, en modo alguno, más de lo que a ella le conviniere. Se sitúa, así, en los tiempos de los escribanos a quienes les faltare rapidez, tiempo y destreza, para recoger en las actas todo lo que hubieren de decir y que fuere dicho, pero que hoy son documentos inestimables que forman parte de la historia de los pueblos, y a los que es preciso acudir para escribirla y reescribirla.

La alcaldesa de Moraleja parece ignorar que vivimos en la Sociedad de la Información y en la era digital; que hemos pasado del periodismo escrito al digital, de la fotografía al video, de la radio a la televisión en directo o diferido. Lo aceptaría si fuere exclusivo y en su honor, o de los suyos; pero no de los otros; de la “maldita oposición” que quiere saberlo todo, porque es un derecho que le asiste y una obligación también para con su propio pueblo, no solo para sus electores. Y eso que en su pueblo tiene un magnífico espejo en el que verse a sí misma; una emisora que se merece Moraleja, Radio Interior, que le da voz, letras, y mañana quizá su misma imagen hablando en un acto público; una emisora que, si Moraleja se merece, es digna de los ciudadanos, pero no de quien niega a los demás lo mismo que ella se arroga para sí sola.

Esa actitud propia de las dictaduras es la que proclama, día sí y día no, la alcaldesa de Moraleja, al ordenar a “su” Policía Local que retire la cámara con que una militante socialista pretendía grabar el pleno extraordinario de ayer con destino a la página web del partido; es decir, un medio de comunicación que desea registrar un acto público para hacerlo público. Exactamente igual que cualquier medio de comunicación. Y no se necesita ser periodista para eso porque, de la misma forma, podría prohibir a cualquier ciudadano grabar en video o en móvil las fiestas de su pueblo, en la calle, en un acto público, lo mismo que un pleno.

Tanto tiempo esperando a que finalizasen las obras de la avenida principal de entrada a Moraleja para que después ella, por sí misma y sin consejas de nadie, coloque en la mediana de una carretera pública, la EX-109, no el torito de Osborne, sino los “toros escultóricos” que recorrerán estos días sus calles, para más distracción de los conductores que por allí entraren a “su” casa. Todo le da igual: gastar en festejos en tiempos de crisis más de lo que debiere, endeudar al ayuntamiento y subir los impuestos a los ciudadanos, porque ella, al contrario que la marquesa, sí llega a fin de mes.

Casi lo mismo que pasó el otro día en Alcántara. Había un relevo legítimo y pacífico en la Alcaldía; pero algunos ciudadanos, militantes socialistas, cuyo partido ganó las elecciones, deseaban mostrar su malestar. Menos de una docena exhibían, sin decir ni pío, una pancarta para expresar su desacuerdo. Ya antes, habían tomado posiciones seis patrullas de la Guardia Civil, enviados por alguien con autoridad, como si allí se fuere a provocar una revuelta popular. El cabo que mandaba la fuerza --una coacción ya de por sí a la libertad de expresión por su sola presencia- les instó enseguida a solicitarle un permiso que no necesitaren, y pidió dos documentos de identidad para responsabilizarles de lo que pudiere ocurrir. Nada pasó: simplemente la exhibición de una pancarta en desacuerdo con el relevo en la Alcaldía: Hizo fotos quien quiso y filmó en video quien lo tuviere a mano; pero, en el salón de plenos, había un enorme aparato de radiocasete para grabar los plenos. Si se puede grabar por audio, por qué no en video un acto público.

La alcaldesa de Moraleja no tolera lo segundo, pero sí lo primero, al utilizar a la Policía Local al servicio del pueblo, del que son servidores públicos, para ordenar que retiren la cámara del salón de actos, porque es de los socialistas, y no desea salir en la tele de otros, y que se difunda que les niega la palabra, el pan y la sal, a quienes, como ella, son legítimos representantes del pueblo; pero la señora alcaldesa, con actitudes como ésa, no se erige en la principal, sino en la última de la fila por su tozudez, ofuscación y porque quizá su reino no sea el de Moraleja, sino que esté en otro mundo de no sabemos qué galaxia perdida en la infinitud del universo.


POR Félix Pinero

jueves, 2 de julio de 2009

SE ADMITEN APUESTAS

Hace pocos días escribí en este mismo blog que a los moralejanos y moralejanas se nos había quedado cara de tontos al ver cómo despilfarra el dinero público nuestra alcaldesa de 3500 euros al mes, gastándoselo en monumentos festivo-taurinos de dudoso gusto, porque hay que ver qué grandes son los hombres que corren, qué manos, qué caras…de tontos.

No sabía entonces que la buena señora iba a convocar un pleno extraordinario para subirnos los impuestos nada menos que un 30%, ya que en 2008 se ha gastado casi 76 millones de las antiguas pesetas por encima de lo recaudado, es decir, hipotecando a nuestro municipio. Ya le dije, sin saber esto, que en una casa que se gasta más de lo que se tiene se va pronto a la ruina, y además se debe gastar en lo necesario antes que en lo superfluo. A la vista de todo esto resulta obsceno que se gaste el dinero en tonterías con la que está cayendo.
Según me informan ediles socialistas que estuvieron en el citado pleno extraordinario la Sra. González no sabía nada de finanzas municipales, ella necesita dinero para toros y de algún sitio tendrá que salir, lo demás no le importa. Modelo de gestión oye, cómo se nota que tira con pólvora ajena.
Y no se corta un pelo, por lo visto la culpa de su despilfarro, de su falta de previsión y de gestión, de su desidia en la atención de sus funciones, de sus aires de grandeza, etc., etc. es, adivinen,… DE ZAPATERO. Toma ya, hasta aquí ha venido el Presidente del Gobierno a gastarse el dinero en estatuas y otras tonterías.
Es muy sencillo, se lo explico que sé que no le da para mucho, no debe usted gastar lo que no tiene, se trata de ser más austera. Empiece por su sueldo.

Pero es que no acaba ahí la cosa, ahora nos enteramos de que además de gastarse el dinero en tonterías como las estatuas festivo-taurinas resulta que las ha colocado en un lugar en el que no pueden estar, ya que según la Consejería de Fomento y de cualquier persona con sentido común generan un riesgo para la seguridad. En una palabra, que malgasta el dinero y además no se preocupa de saber si puede colocarlas en el sitio para el que se han encargado, lo dicho, modelo de gestión.
Desde la Consejería, que tiene potestad en materia de seguridad en la citada avenida, ya le han dicho que las tiene que quitar. ¿Alguien cree que las quitará sin que intervenga la Junta u ocurra alguna desgracia?
La conocemos todo el mundo a la alcaldesa de 3500 euros, la legalidad no va con ella, eso del Estado de Derecho no lo ha querido entender todavía, le va más el ordeno y mando.
Se admiten apuestas, yo me juego una buena cena con quien quiera que hasta que no intervenga la Consejería de Fomento seriamente o haya un accidente y algún coche se lleve por delante las estatuas no las quita.

Al tiempo.

Por F.M.G.