martes, 8 de diciembre de 2009

EL OKUPA


Adelantándose a la Navidad, este año la Concha, quiere obsequiar a todos los moralejanos con un signo de distinción propio de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. No, no estoy hablando de las noches “sin blanca” o de portalitos cibernéticos. Esta vez el “regalito” ha consistido en importar para nuestro pueblo uno de los signos más representativos de las sociedades presididas por la desigualdad y la fractura social, a las que esta mujer sirve con verdadero fervor: el movimiento OKUPA. ¡Cuándo las habrá visto más gordas Moraleja!.

Y es que, si señores, la Sra. Alcaldesa de mi pueblo ha promovido la okpación de uno de los sillones de concejal por un tipo con tanto derecho para ello como Don Tancredo. Comparación nada caprichosa teniendo en cuenta que el mérito de ambos personajes consiste precisamente en no moverse un milímetro de su sitio.

Mientras tanto, los verdaderos propietarios, aquéllos que tienen en orden sus escrituras de la Casa, se ven desplazados, expulsados, lanzados a la calle, sufriendo cómo el okupa usurpa la tribuna que los moralejanos ofrecemos a nuestros legítimos representantes para que defiendan los intereses que nos son comunes, más allá de aquéllos más propios de clanes o grupos de presión de sobra conocidos.

Buena la está haciendo ud. Sra. González!. Bueno…, ud. y los secuaces que conforman su actual equipo de gobierno, o ¿a caso creen que su cobardía pude servirles de justificación?. Y digo cobardía porque, prefiero creer que es esa debilidad la que les mueve a aplaudir con entusiasmo cada barbaridad que ud. perpetra, en lugar de la viciada y consciente intencionalidad reprochable mas allá del ámbito meramente político.

Ya lo venimos diciendo hace tiempo, este pueblo no va a perdonarles el daño que le están uds. haciendo, y ud. lo sabe. Como sabe que, más temprano que tarde, habrá de asumir la responsabilidad por tanto desafuero como venimos soportando los moralejanos y, entonces, de nada le va a servir el apoyo de mil okupas que vengan a socorrerla. Al contrario, será entonces cuando se de cuenta que, uno solo, ha bastado para descabalgarla de algo más que del sillón de la alcaldia.
POR ANGAR

1 comentario:

Nerjeño dijo...

La verdad es que la okupación se está poniendo tristemente de moda y que hay okupas para todos los gustos .
A ver si algún día quien manda se pone las pilas para poner a los okupas en su sitio: La calle
http://antiokupas.blogspot.com/